Alianza Sindical Independiente

BLOG DE LA DIRECCIÓN NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS

jueves, 25 de junio de 2015

El vínculo establecido por el Papa Francisco entre las medidas de lucha contra el cambio climático y a favor de la justicia social es clave para el progreso

Foto: Mazur
Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, señaló a este respecto: “Las palabras del Papa Francisco destacan el hecho de que, a menos de que se tomen medidas para luchar contra el cambio climático, nuestros objetivos de progreso social y de trabajo decente para todos seguirán siendo un mero sueño. El dramático deterioro de nuestro medio ambiente representa una amenaza para los derechos humanos y la justicia social, y su enérgico mensaje refuerza la necesidad de una transición justa hacia un futuro con bajas emisiones de carbono y medioambientalmente sostenible. Nosotros compartimos este imperativo de transformación de nuestro sistema económico a fin de evitar la contaminación y hacer posible que los trabajadores y sus familias accedan a puestos de trabajo decentes y medios de vida dignos”.
La encíclica ha recibido el apoyo de otros líderes religiosos y medioambientales en lo que todos coinciden en considerar un llamamiento urgente y oportuno a los responsables políticos, a las comunidades y a las personas de todas las generaciones para tomar medidas contra el cambio climático y la injusticia social.
“El Papa Francisco hace hincapié en lo que el movimiento sindical sabe por experiencia, que “sin la presión de la población y de las instituciones siempre habrá resistencia [de las autoridades políticas] a intervenir”, afirmó Sharan Burrow.
Este llamamiento a la movilización y a mostrarnos ambiciosos adquiere especial importancia en este período previo a las negociaciones sobre el clima en París, en diciembre de 2015. La CSI manifiesta una profunda preocupación porque hasta la fecha, a las puertas de París, todavía no se sabe qué acuerdo concluirá esta cumbre para proteger a los ciudadanos de los efectos catastróficos del cambio climático, así como para encaminar al mundo por la senda de la creación de puestos de trabajo decentes y verdes, entornos sanos y prósperos para todos y todas.
“Este es el momento en que los grupos ecologistas, los movimientos sociales, los sindicatos y las comunidades confesionales han de unirse en la lucha contra el cambio climático, cada uno de acuerdo con sus valores y su potencial, pero con un compromiso común de apoyar una transformación profunda y justa de nuestras economías y sociedades para el bien del planeta y de todos los hombres y mujeres que lo habitamos”, concluyó Sharan Burrow.